La evidencia demuestra que desde la primera sesión, el YST, puede favorecer en las personas que lo practican: la autocompasión, el autoconocimiento, la autoaceptación y sentir el poder de elegir lo que es mejor para ti.
Una de las bondades del YST, es que todo tipo de persona la puede practicar, sin importar tu edad o si tienes movilidad reducida, de ninguna manera es necesario tener experiencia previa en la práctica del yoga. TODAS LAS PERSONAS SON BIENVENIDAS EN EL YST.
Si deseas explorar este método terapéutico, brindo sesiones individuales personalizadas; y sesiones grupales, enfocándonos en la recuperación emocional y la reconexión con nuestro cuerpo. Es perfecto para quienes buscan una manera suave y efectiva de sanar.